La mamoplastia de reducción es en muchos de los casos una solución a años de dolores lumbares, de hombros, cuello y hasta de cabeza por el peso excesivo de los senos y las malas posturas que esto ocasiona; también puede causar sarpullidos debajo de las mamas, sudoración excesiva y algunos aspectos de carácter estético como baja autoestima, dificultad para practicar deportes y encontrar ropa que se ajuste a la figura.
Y aunque aún son muchas las que sueñan con pechos grandes, hay un número significativo de mujeres que desea reducir sus senos, algunas por vanidad y otras por necesidad, para lograrlo se realiza una cirugía llamada mamoplastia de reducción, la cual es ambulatoria, tiene una duración en promedio de tres horas y su incapacidad es apenas de una semana, lo que hace que sea ideal para mujeres con una vida muy activa.
Algunas mamoplastias de reducción se acompañan de pequeñas liposucciones para mejorar la forma y el tamaño de los senos, eliminando aquellos depósitos de grasa imposibles de quitar con ejercicio como los que se presentan debajo de los senos y en las axilas.
Una excelente pregunta, para nosotros los cirujanos plásticos es importante que los pacientes entiendan que el éxito de cualquier intervención depende un 50% de nuestro trabajo y un 50% del compromiso del paciente a realizar todas las indicaciones médicas al pie de la letra, por eso si estás pensando en realizarte una mamoplastia de reducción ten en cuenta estas cinco recomendaciones:
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